Un fin de semana relajante en la playa puede convertirse de repente en una pesadilla por culpa de una sola ola. Aunque la mayoría de los días desagradables en la playa terminan con una quemadura solar, los incidentes graves son más comunes de lo que nos gustaría creer.
Por eso, cuando estés en la playa con niños, es vital ser consciente de los peligros potenciales.
Aquí le presentamos algunos consejos para la seguridad de los niños en la playa que le ayudarán a disfrutar más de sus viajes a la playa.
Infórmese sobre las condiciones meteorológicas
Evite la playa si hay pronóstico de rayos y espere al menos treinta minutos después del último trueno antes de ir a la arena. La combinación de rayos y agua de mar puede ser extremadamente peligrosa. No corra riesgos innecesarios. La playa seguirá ahí mañana.
Nade sólo en zonas seguras.
No todas las zonas cercanas a las playas son seguras para los niños. Los estudios confirman que el riesgo de ahogamiento es mucho mayor en zonas sin socorristas, incluso si los pequeños van acompañados de sus padres. Los socorristas conocen aspectos de la playa y de los peligros en el agua que la mayoría de los bañistas desconocen. O bien, no los ven y no pueden intervenir a tiempo. Esté atento a la ubicación de los socorristas en la playa y permanezca en su zona cuando nade con niños.
Cuidado con las olas
Las olas son mucho más fuertes y peligrosas de lo que crees. Las lesiones causadas por olas fuertes pueden ir desde simples esguinces y luxaciones de hombro hasta lesiones más graves, incluyendo traumatismos en órganos internos y lesiones de la médula espinal (que pueden provocar parálisis). Cuando estés en el agua o en la playa, cerca de la línea de flotación (donde el agua toca la orilla), nunca te sientes de espaldas a las olas. Los huesos de los niños son frágiles y las consecuencias pueden ser muy graves.
Asegúrese de tener suficiente agua y comida.
La exposición prolongada al calor y a los efectos relajantes de las olas puede causar desorientación y baja energía. Al ir a la playa, asegúrese de llevar agua y refrigerios, y de que los pequeños coman y se mantengan hidratados.
Protégelos del sol
La mayoría de las playas no tienen mucha sombra, así que es buena idea llevar una sombrilla. Aplique regularmente protector solar de alto factor en la cara y el cuerpo de sus hijos cuando estén en la playa. Asegúrese de que usen un sombrero y un traje de baño con protección UV. Este debe cubrirles la parte superior del cuerpo. Compre gafas de sol de buena calidad para proteger su visión.
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